Para los devotos, la lluvia llega como una bendición.
En horas del sábado, Mamacha Cocharcas recorrió ocho kilómetros al lado de una multitud de fieles que pedían por salud, trabajo y el cese de la sequía, el cual perjudica al Valle del Mantaro y, por ende, al Perú, afectando la agricultura, ganadería y el abastecimiento de agua de la población.
“La lluvia vuelve después de tantos días de calor eso demuestra que [la Virgen de Cocharcas], nuestra madre provee y aplaca esta sequía, se viene un niño global pero hay que confiar en Dios y unirnos para cuidar nuestra tierra y el agua”, indicó el obispo auxiliar de la Arquidiócesis de Huancayo, Luis Alberto Huamán.
Por su parte, Miriam Mariano Baltazar, prefecta de Junín y pobladora de Sapallanga, manifestó sus plegarias por los agricultores, con el objetivo de que continúe la luvia que, desde su perspectiva, fue milagrosa para el florecimiento del campo.
Asimismo, Enrique Campos, sacerdote de Sapallanga, agradeció a los fieles en cada altar para la virgen y rezó por el pueblo de Sapallanga y los miles de turistas que llegaron desde diferentes lugares a pedir la bendición a Mamacha Cocharcas.
El camino fue intenso para muchos, por lo que algunos se recostaron en el suelo de la parroquia de Sapallanga o se apoyaron en las paredes. “Fue un largo caminar, pedimos por nuestros enfermos que la virgen los cure, a mí me da mucha fortaleza para continuar”, comentó la maestra de la institución educativa Túpac Amaru, Pilar Baltazar.
Los devotos también elevaron altares y extendieron alfombras para la Virgen. La mayor parte estaba conformada por escolares de las escuelas y colegios a lo largo de la calle Real. Ellos cantaron con los carachaquis, los niños que alegraron a la virgen en su aparición en el poblado de Cocharcas.
Redacción Radio Sensible
Por Shari Asencio