Por Zarita Trejo
El mundo del arte y Colombia se han estremecido ante la triste noticia del fallecimiento de Fernando Botero, el artista más importante en la historia de Colombia. A sus 91 años, el icónico pintor y escultor dejó un legado imborrable, pero su partida estuvo marcada por una enfermedad respiratoria que lo aquejó en sus últimos días y la dolorosa pérdida de su esposa, Sophia Vari, quien falleció hace cuatro meses.
La noticia del deceso se dio a conocer desde su residencia en el Principado de Mónaco, donde el maestro había establecido su hogar. Las afecciones respiratorias que lo aquejaban desde hacía una semana finalmente cobraron su precio. Según Lina Botero, hija del artista, «Mi papá falleció esta mañana a las 9 de la mañana en Mónaco. Llevaba cinco días bastante delicado de salud porque había desarrollado una pulmonía».
Sin embargo, la salud de Botero ya había sufrido un golpe devastador con la pérdida de su esposa, Sophia Vari, quien también fue su musa y compañera de vida durante 48 años. La partida de Sophia, a causa de un cáncer en mayo de este año, dejó un vacío inmenso en la vida del artista. Según Lina Botero, su padre ya está junto a su amada Sophia: «Efectivamente, se fue Sophia y ello fue una gran pérdida para él».
La batalla de Botero contra el Parkinson, una enfermedad que padecía desde hacía varios años, fue otro desafío que enfrentó con valentía. Afortunadamente, su forma de Parkinson no le afectó gravemente el movimiento, lo que le permitió seguir trabajando en su arte hasta sus últimos días. Su hija reveló que Botero continuó creando bocetos y pinturas hasta el final.
La vida de Fernando Botero estuvo marcada por tres matrimonios y una serie de tragedias personales. Su primera esposa, Gloria Zea, con quien tuvo tres hijos, fue seguida por Cecilia Zambrano, con quien tuvo un hijo que falleció trágicamente a los 4 años en un accidente de tránsito en España. Este doloroso evento afectó su relación con Zambrano.
Sin embargo, el destino tenía preparada una historia de amor única para Botero cuando conoció a Sophia Vari, la escultora, pintora y joyera que se convirtió en su compañera de vida y musa. A pesar de compromisos matrimoniales previos, ambos decidieron unir sus vidas y se casaron en 1978, viviendo juntos durante 45 años y viajando por diferentes partes del mundo.
La partida de Fernando Botero deja un vacío irreparable en el mundo del arte y en Colombia, donde el gobierno ha decretado tres días de duelo nacional en honor al maestro. Su legado artístico, que representa la vida y la cultura de Colombia, seguirá existiendo para siempre como prueba de su gran talento y su contribución al arte en todo el mundo. Hoy, el mundo le rinde homenaje a un artista excepcional que fue reconocido en todo el mundo y dejó una huella imborrable en la historia del arte contemporáneo.