Las diferencias entre estos países se remontan al siglo pasado y han resultado en miles de fallecidos y una población en condiciones de pobreza.
Hasta ahora, el enfrentamiento más reciente entre el Ejército israelí y Hamás, un grupo islamista que controla la Franja de Gaza, ha dejado un saldo de más de mil muertos. Esta cifra está en constante actualización por ambas partes, y se suma a miles de civiles que han sido secuestrados, detenidos o heridos en un conflicto que parece empeorar con el tiempo.
A pesar de los esfuerzos de los últimos 25 años por alcanzar tratados de paz, estos no se han materializado debido a la falta de disposición por parte de israelíes y palestinos para ceder en cuestiones como la soberanía territorial.
¿Por qué Hamas ataca a Israel?
Hamás, una organización islamista militar que surgió en 1987, sostiene que Israel es un Estado ilegítimo y usurpador, y busca recuperar el territorio palestino. Se presenta como una alternativa a la Autoridad Palestina, que ha reconocido a Israel y ha participado en acuerdos de paz fallidos, como el tratado de Oslo. Hamás ha sido catalogado como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea debido a sus múltiples ataques contra Israel en los últimos años.
El último ataque a Israel se ha atribuido en parte a la disputa por la mezquita de Al-Aqsa, un lugar sagrado tanto para musulmanes como para judíos. Además, señalan la expansión de los asentamientos judíos en tierras reclamadas por los palestinos para un futuro Estado, así como las decisiones del ministro de Seguridad Nacional de Israel, Ben-Gvir, que busca endurecer las restricciones a los presos palestinos en las cárceles israelíes.
¿Por qué hay guerra entre Palestina e Israel?
La raíz de este conflicto, de acuerdo a Alejandro Gálvez, experto en Israel y Territorios Palestinos Ocupados de Amnistía Internacional España, se encuentra en la migración de judíos al territorio palestino después de la Segunda Guerra Mundial, impulsada por el movimiento sionista en busca de establecer un Estado en Palestina, donde el judaísmo tiene sus raíces históricas.
No obstante, esta migración no fue bien recibida por las comunidades locales, que la consideraron una amenaza para su soberanía. En 1947, el Reino Unido solicitó la resolución 181 de las Naciones Unidas, que dividió la región en dos estados, uno árabe y otro judío, con un régimen especial para Jerusalén. Esta medida fue aceptada solo por los israelíes.
La tensión aumentó al año siguiente, con la declaración del Estado de Israel, que no fue aceptada por una coalición de países árabes (Egipto, Siria, Transjordania, Líbano e Irak) que expresaron su apoyo a Palestina. En el conflicto resultante, Israel se apoderó del 77% del territorio y más de 700 mil palestinos se refugiaron en países vecinos. No obstante, el conflicto perdura hasta hoy.
Redacción Radio Sensible
Por Shari Asencio