Por Fairux Cabrera
Amazon se unió oficialmente a la carrera por construir constelaciones de satélites que puedan cubrir todo el planeta con conectividad a Internet, una iniciativa que sitúa a la empresa tecnológica en competencia directa con SpaceX y su sistema Starlink.
El pasado viernes, lanzaron los dos primeros prototipos de satélites para la red de Amazon, llamados Proyecto Kuiper, a bordo de un cohete de United Launch Alliance desde Cabo Cañaveral, Florida, a las 2 de la tarde.
United Launch Alliance cortó la retransmisión en directo del lanzamiento después de que la primera etapa de su cohete, la parte que proporciona el impulso inicial en el despegue, terminara de encender sus motores. La compañía sí confirmó el «éxito de la misión» y dijo en un comunicado de prensa que entregó los satélites «con precisión». Amazon no pudo confirmar inmediatamente el contacto con los satélites.
Si la misión tiene éxito, Amazon podría empezar a poner en órbita cientos de satélites más y, con el tiempo, construir una red de más de 3.200 satélites que funcionarán en tándem para transmitir conexión a Internet a tierra.
Es el mismo modelo de negocio empleado por Starlink, la constelación de SpaceX que lleva creciendo rápidamente desde 2019. SpaceX ya tiene más de 4.500 satélites Starlink activos en órbita y ofrece servicio comercial y residencial a la mayor parte de América, Europa y Australia.
Internet en el espacio
La industria espacial está en plena revolución. Hasta hace poco, la mayoría de los servicios de telecomunicaciones espaciales se prestaban a través de grandes y costosos satélites en órbita a miles de kilómetros de la Tierra. El inconveniente de esta estrategia de Internet basada en el espacio era que la extrema distancia de los satélites creaba tiempos de retraso frustrantes. Ahora, empresas como SpaceX, OneWeb y Amazon quieren acercar las cosas.
La industria de los satélites soñaba con ofrecer Internet de alta velocidad desde el espacio directamente a los consumidores. En la década de 1990 hubo varios proyectos de este tipo que acabaron en quiebra o que obligaron a sus propietarios a cambiar de planes cuando los gastos superaron a los beneficios.
Este acceso generalizado a Internet de alta velocidad podría ser revolucionario. En 2021, casi 3.000 millones de personas en todo el mundo seguían careciendo de acceso básico a Internet, según las estadísticas de las Naciones Unidas. Esto se debe a que las formas más comunes de servicio de Internet, como los cables subterráneos de fibra óptica, aún no han llegado a ciertas zonas del mundo. Los satélites podrían proporcionar internet a los lugares más difíciles del mundo.