Por Mariale Salas
Los eventos «Afterlife» son conocidos por su enfoque en la música electrónica underground, específicamente en géneros como el techno melódico, el house progresivo y sonidos similares. Estos eventos suelen tener lugar en clubes nocturnos, festivales de música y ubicaciones especiales alrededor del mundo.
La idea detrás de los eventos «Afterlife» es ofrecer una experiencia inmersiva única, combinando música vanguardista con una producción visual y artística impresionante. Estos eventos suelen presentar una atmósfera intensa y envolvente, con espectáculos de luces, efectos visuales y un enfoque particular en crear un ambiente introspectivo y emocional para los asistentes. A menudo involucran sets extendidos de DJs y artistas cuidadosamente seleccionados que buscan llevar a los asistentes a un viaje musical profundo y emotivo. Los sets suelen estar meticulosamente elaborados, creando una progresión sonora que lleva a la audiencia a través de diversos estados de ánimo y emociones.
Este evento ha alcanzado renombre a nivel mundial. Este evento se ha expandido a varios países, incluyendo México y Colombia, ofreciendo una experiencia única que combina música techno de alta calidad con impresionantes elementos visuales, creando así una experiencia inmersiva para los asistentes. Su distintivo radica en la creación de un ambiente sensorial que aprovecha lo último en tecnología de sonido y efectos especiales. Presentándose en diversas ciudades como Medellín y la Ciudad de México, ha atraído a multitudes de seguidores. Entre los artistas destacados que han participado se encuentran Tale Of Us, Massano, Camelphat, Layla Benitez, Sasha Carassi, Woo York y Agents Of Time. El Afterlife se ha convertido en un evento altamente anticipado por los fanáticos de la música electrónica gracias a su propuesta inmersiva y la participación de reconocidos artistas en su cartel.
Existe un mito difundido entre algunos asistentes del Afterlife que sugiere una conexión especial con la energía durante el festival. Según algunos relatos, varios asistentes han afirmado experimentar una sensación de agotamiento extremo después del evento, describiendo que su energía ha sido «robada» o agotada de alguna manera durante la experiencia. Estos relatos sugieren que algunos participantes salen del festival con una sensación de fatiga notablemente mayor de la que esperarían después de un evento de tal naturaleza.
Este mito ha generado especulaciones y debates entre los seguidores del festival, algunos de los cuales atribuyen esta sensación de cansancio a la intensidad de la experiencia inmersiva y la poderosa conexión emocional con la música y los efectos visuales. Sin embargo, es importante señalar que no hay evidencia científica o respaldo oficial que respalde este mito. La fatiga experimentada por algunos asistentes puede ser atribuible a factores como la duración del evento, la intensidad de la música y la interacción constante en un entorno de festival energético, en lugar de una supuesta «extracción de energía».