El economista libertario recibió del mandatario saliente, Alberto Fernández, la banda y el bastón presidencial. Javier Miley, un economista libertario, juró este domingo como presidente de Argentina. Adopta esta posición con la intención de utilizar una
El economista libertario recibió del mandatario saliente, Alberto Fernández, la banda y el bastón presidencial. Javier Miley, un economista libertario, juró este domingo como presidente de Argentina. Adopta esta posición con la intención de utilizar una terapia de choque para sacar al país de una dolorosa crisis económica.
Miley, de 53 años, siguiendo el protocolo, juró “por Dios y la patria, con base en estos santos Evangelios, desempeñar con devoción y patriotismo las funciones de Presidente de la Nación Argentina” y recibió del presidente saliente Alberto Fernández: una banda y un bastón presidencial.
Haciendo caso omiso de la política tradicional, a la que despectivamente llama “casta”, el presidente optó por pronunciar su discurso fuera del recinto del parlamento ante una multitud de simpatizantes e invitados. Entre ellos se encontraban varios mandatarios como el chileno Gabriel Boric y el paraguayo Santiago Peña, el ucraniano Volodimir Zelensky y el húngaro Viktor Orban, además del rey de España Felipe VI.
En su juramentación, siguió el protocolo y juró ‘‘por Dios y por la patria sobre estos santos evangelios‘‘. Algunos tramos los hizo a pie, y se detuvo por momentos a saludar a la gente y también a acariciar a un perro.
Para enfrentar esa crisis, Milei propone medidas drásticas en recorte del gasto público, reducción del Estado y liberalización en un país acostumbrado por años a subsidios y déficit fiscal. «Hoy comienza una nueva era en Argentina, una era de paz y prosperidad, una era de crecimiento y desarrollo, una era de libertad y progreso», aseguró Milei en su discurso. Milei ha dicho que el ajuste fiscal será equivalente a 5% del Producto Interno Bruto. La Libertad Avanza, el partido de extrema derecha de Milei, es apenas la tercera minoría en el Congreso, lo que le obliga a conciliar con las demás fuerzas políticas muchas de sus reformas.
El mandatario tendrá, sin embargo, libertad para decidir una devaluación del peso y algunas medidas de reducción del gasto. «La primera prueba de fuego para el presidente será decidir si efectivamente va a cesar la emisión o si adopta una postura más pragmática y el objetivo de no emisión lo deja para más adelante», comentó a la AFP el economista Víctor Beker, de la Universidad de Belgrano.
Redacción Radio Sensible
Por Yamile Agüero