Tras la inauguración, los trenes ya están disponibles para los usuarios, que deberán adquirir una tarjeta para acceder al servicio de transporte.
Ayer, en presencia de la presidenta de la República, Dina Boluarte, el ministro de Transportes y Comunicaciones, Raúl Pérez Reyes, y el presidente de la Autoridad de Transporte Urbano para Lima y Callao (ATU), José Aguilar Reátegui, se inauguró la etapa 1A del primer tren subterráneo del Perú.
En la ceremonia, Boluarte resaltó la implementación de la primera fase debido a la voluntad política de su gobierno. De esa manera, reconoció la determinación del presidente de la ATU, quien, con “firmeza y valentía firmó los documentos para hacer realidad el avance de este proyecto”.
Asimismo, José Aguilar explicó que la Línea 2 emplea tarjetas con un moderno mecanismo de seguridad para prevenir fraudes, siendo el primer sistema de transporte en hacerlo. Se planea la unificación de tarjetas para el Metropolitano y corredores complementarios el próximo año, mientras que para la Línea 1 se espera que ocurra en 2025.
La primera fase de la Línea 2 abarca cinco estaciones (Mercado Santa Anita, Hermilio Valdizán, Colectora Industrial, Óvalo Santa Anita y Evitamiento) con una extensión de 5 kilómetros, reduciendo el tiempo de viaje de más de 30 minutos a sólo seis.
Se proyecta realizar 60 mil viajes diarios durante la marcha blanca de tres meses, para lo cual no se cobrará pasaje. Sin embargo, el acceso a los trenes sí requerirá una tarjeta, disponible por S/7.50 en las estaciones. Estas se adquieren en efectivo con la presentación de un documento de identidad.
Los trenes operarán con intervalos de cuatro minutos y 34 segundos en horas punta (de 7 a. m. a 9 a. m. y de 6 p. m. a 8 p. m.) y seis minutos y 51 segundos en horas valle (el resto del día). Durante domingos y feriados, se mantendrán los mismos intervalos. Para atender la demanda, se emplearán tres trenes en horas punta y dos en horas valle, cada uno con capacidad para transportar hasta mil 200 personas.
Redacción Radio Sensible
Por Shari Asencio